domingo, 13 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

Conozca a la rana gigante que lucha por sobrevivir




Érase una vez un lago enorme en Junín y una especie de rana gigante que habitaba en sus frías aguas. Con el tiempo, el hombre contaminó ese espejo de agua, el segundo más grande del Perú, y la vida de la rana “Batrachophrynus macrostomus” comenzó a peligrar tanto que se pensó que había desaparecido de la faz de la tierra.

Es por ello que se inició un programa para tratar de rescatar esa especie, muy cotizada entre restaurantes de Junín y Lima porque muchos le atribuyen poderes curativos.

César García Rondinel, responsable del proyecto de rescate del anuro gigante, comentó que si bien se temía que la especie esté casi extinta en el lago Junín, el trabajo de exploración en 12 manantiales libres de contaminación y que vierten sus aguas al lago dio resultado.

Esta tarea de investigación se ejecuta en las vertientes de 37 ríos de los 72 que son afluentes del lago Junín, en coordinación con la Dirección Regional de Producción de Junín y el Ministerio del Ambiente. El estudio abarca las localidades de Ondores, San Pedro de Pari, Junín, Huarmipuquio, Sasicucho, Paccha, Chuiroc, Uco, Huayre y Carhuamayo, en la provincia de Junín, y de Ninacaca, en Cerro de Pasco.

García informó que solo se tomaron algunos ejemplares para trasladarlos al centro de refugio, dejando a las demás que sigan reproduciéndose normalmente.

La rana es un alimento muy apreciado por su alto valor vitamínico, proteínico y contenido de fósforo, calcio y hierro. Estas propiedades fueron los motivos por los cuales los cazadores diezmaron la especie.

Manuel Bedriñaña Sosa, biólogo de la Dirección Regional de Producción de Junín, manifestó que hay grandes posibilidades que la rana gigante se recupere. El investigador añadió que para ello se ha invertido cerca de un millón de soles en un complejo próximo a inaugurarse, que cuenta con diez estanques para renacuajos, cinco para ranas juveniles, ocho para el engorde, dos módulos de reproducción, además de cinco salas de incubación, laboratorios, almacenes, depósitos de estiércol y humus.

“Estamos aprovechando las zonas libres de contaminación del lago Junín para tratar de reproducir las ranas y tenemos otro centro de rescate con 120 renacuajos de esta especie en la comunidad de Huaire”, agregó.

Este es el segundo intento que se realiza para tratar de salvar esta variedad de anuro. Hace 13 años se emprendió una cruzada similar en La Huaycha, en la provincia de Concepción, donde se instaló un centro de rescate que tuvo que ser cerrado en el 2006 porque las aguas se contaminaron por las viviendas y centros de recreación que se construyeron alrededor.

Sin embargo, en esta ocasión los investigadores están felices pues encontraron una rana de 50 centímetros que vive de manera silvestre.